El morado, ese color entre el carmín y el azul, tiene un efecto seductor y, dependiendo de la tonalidad, puede evocar sentimientos románticos o melancólicos. Su intensidad está asociada a la creatividad y la sabiduría, además de que expresa lujo, ambición y poder. Sólo hace falta recordar a la actriz Elizabeth Taylor, que con sus ojos violetas ha hechizado al mundo por décadas. En la moda, el diseñador Matthew Williamson apostó por este color en un pantalón ancho, que combinó con un top estampado; Balizza trasladó su sueño de magia y misterio a un vestido de noche estampado y plateado; Jill Stuart hizo de su minivestido una versión transgresora a la que le sumó el clásico color negro en guantes y botas de cuero. Porque seguir la moda o rendirle culto es una necesidad, el camino no es de rosas ahora, sino de violetas...—KEYLA MEDINA-ROSA.
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